domingo, 16 de noviembre de 2014

Koalas y Furgonetas

Quiero mirar y reconocerte, quiero mirar y sorprenderme, quiero no dejar de pensar en ti porque pensar en ti en cierta manera me divierte, me sorprende, me sorprende descubriéndome entretejiendo posibilidades, risas y otras risas que sólo tú yo conocemos. Quiero alucinar tras una copa de vino, o simplemente encontrarte tras una prolongada ausencia al otro lado de la cama.

Y sé que hay algo mágico entre los dos polos opuestos que a veces somos, yo tan positivo tú tan lo contrario, pero por utópico que suene, ambos necesitan del otro para tener una existencia y un equilibrio, aunque sea tan frágil cómo la tensión del agua…


Y existe cemento, un invento humano que nos hace sentirnos protegidos y a salvo, pero tengo la certeza que no te sientes tan a salvo cómo en mis brazos aunque estés bajo la lluvia. Y aunque odies mi ego y a veces también lo odie yo, forma parte de lo que soy y me da la fuerza para estas cursilerías y moñerías, que ojo también me dan cierto asquete, pero bueno, ¿Qué mejor que matar a Fiona que con su arma letal? Ambos lo sabemos…

Un día puede que se acaben las letras para mis dedos, y las imágenes se me vuelvan opacas y sea incapaz de describirlas, pero mientras tenga memoria podré recordar una y otra vez lo que me de la gana y llenarte la cabeza de Koalas, albergues y viajes en furgoneta.


Y si queda algo por decir, será que no llegó el momento o ya se dijo

No hay comentarios:

Publicar un comentario