jueves, 24 de septiembre de 2015

Heridas, Armaduras y Pasiones

Ya no sé ni cuantas heridas tengo, ni las cicatrices que perforan los poros de mi piel o las capas más profundas de mi corazón. No sé si fue buena idea desprenderme de cada rastro de amor propio para sólo amar. No lo sé, pero sí sé que durante momentos he sido feliz, y fue porque amé, es porque amo.
No sé si entre mis heridas y cicatrices existe ya el perdón, existe algo parecido a la redención por sus pecados? ¿por los míos? No sé qué quiero, qué busco, si blindarme o amar, si reír o llorar, no sé muchas cosas de mi mismo, y eso me asusta, me siento como un niño a la merced del tiempo de los acontecimientos, un pez muerto en la corriente, creo que ya os hacéis a la idea ¿no?

Y entre tantas dudas sobre mis interiores, está el momento en que debo decidir parte de mi futuro. Me di una fecha, me di un momento y se acerca… Me aterra porque llevo muchos años anhelando algo, creyendo que ese debía de ser mi futuro, pero cuánto más cerca está sólo veo que ese futuro me puede traer dinero ¿pero me traerá la felicidad?


Hice el camino de Santiago este año, y a pesar de que fue una experiencia más corta de lo que hubiese deseado, que habría querido tener más horas caminando, más días de un lado a otro, más momentos que compartir con peregrinos, más hojas escritas en mi cuaderno creo que encontré mi vocación, mi pasión… Y creo que en el fondo siempre lo supe.

Estoy asustando porque todo son cambios, y cambiar no me cuesta, me cuesta caminar sin muletas.

¿tanto he fallado?

Alejandro Rivas Gutiérrez



jueves, 3 de septiembre de 2015

Ella

Es difícil escapar de lo que uno piensa, es como una mochila con la que vas cargando y en muchas ocasiones o casi siempre tienes que encontrar el equilibrio entre lo que sobra y lo que necesitas. Para aquellos que en cierta manera somos artistas lo expresamos eso que sobra pero que necesitamos con nuestro arte. Yo admiro muchísimo a los pintores, pues siempre he pensado que escribir no es más que dejar que salga lo tienes dentro… Podría decir que es como hablar con un amigo, un amigo que te conoce y no te critica, pues mientras escribes no hay crítico salvo tú mismo…

De las cosas que hoy pienso me quiero deshacer de una. Y es de ella. Hoy me pesa, me pesa como una bocanada a destiempo, o un millón de litros sobre mí, y no penséis que es algo terrible, simplemente no está esperándome en mi cama con una de mis camisetas, anchas para cuando vaya al baño no monte un espectáculo (pero que bien y que sexys le quedan mis camisetas…) y es sólo eso. Es ella, que no está.
Hoy me siento vulnerable, no sé si es que llega el frío y me dan ganas de abrazarla, o si es que el tiempo me la juega corriendo cuando estoy con ella o muy lento cuando no está… Pero últimamente hasta en mis gilipolleces está…


Ella teme que aparezca otra en mi vida, yo temo que no esté ella en mi cama mañana. Nuestros temores se parecen, pero nos comportamos de manera diferente, es imposible decir que no hay amor, aunque nadie sepa describirlo como tal, ni tan siquiera nosotros mismos, no sabemos lo que hacemos ni cuando lo estamos haciendo, pero sabemos que nos necesitamos, ¿qué fue de ese tiempo que no nos veíamos, qué no hablábamos? El tiempo estaba lleno de todo, pero estábamos totalmente vacíos. Y ahora puede estar el tiempo vacío y sentirnos llenos, aunque hagan horas de su última conexión.

Son nuestros sueños los que queremos alcanzar, y lo bonito no es alcanzarlos, sino luchar por ellos, y como siempre se dice, lo difícil no es alcanzar algo, sino mantenerlo, y con lo que nos esforzamos, nos estiramos… ¿no lo vamos a mantener? Vamos hombre!!

Me declaro como un terrible gilipollas, como alguien que tiene demasiada seguridad en si mismo, que todo lo que sabe, parece ser una verdad universal, pero la verdad, estoy ávido de conocimiento, hablo para que me callen, escribo porque no se parar, pero si mi seguridad es para cubrir mis fallos nunca lo pretendí…. Todavía sigo siendo ese niño que contestaba al profesor con entusiasmo esperando que diga que sí, que lo dije bien, o para añadir algo más a lo que ya estaba diciendo yo, algo que se me olvidó, o que entendí mal, pues soy muy de entender y de suponer mal. Por eso te pido disculpa si me sufriste. Pero que sepas, que soy un luchador nato, que me encanta defender mis ideas y mis argumentos, aunque sean inverosímiles y sólo me los crea yo. Soy defensor de pleitos pobres, los míos primero. Lucho por causas absurdas, tan absurdas como responsabilidades que no me corresponden.
Me gustaría callar y pasar desapercibido, pero nunca he sabido, por eso te digo. Tú que sabes quién eres. Te quiero y si tienes dudas sabes cuales mi teléfono no? Estoy detrás de 9 Letras
Alejandro Rivas Gutiérrez