miércoles, 21 de septiembre de 2016

Herida


Soy una herida que está siempre haciendo de herida, recordándome mi existencia, recordándome mis errores, sangrando de vez en cuando, derrochando imaginación y dolor, a fin de cuenta en la sangre hay vida y en mis escritos viven mis dolores.

De dolor mucho sé, no sé si por como nací o por el sentido tan estúpido que tantas veces tengo sobre la lealtad, el amor, la amistad. No lo sé, sigo pensando que soy algo más que unas líneas al final de ese mensaje. Más que unas risas con una cerveza, más que lo que muchas veces me duele.

Seré una herida, seré un día gris, un día sin luz, o una luz a los días sin luz, una risa cuando asoma una lágrima o un amigo cuando todo está vacío.

La vida está llena de cosas existenciales, la existencia en sí es algo que muchas veces no comprendemos, muchas veces sonrío a ver cómo el destino juega conmigo y me junta y me separa a las personas, cómo y en qué momento veo que todo encaja y empiezo a creer.


La verdad que a pesar de que creo firmemente somos las heridas que hemos sufrido, a pesar de que creo que somos esos recuerdos felices que nos quedan en nuestra memoria cual utopía, que somos todo el sexo que hemos tenido, todos los anhelos acumulados, el sentido del ridículo que dejamos de lado por hacer reír a esa persona… y ese orgullo que muere asesinado por esa sonrisa…

Hoy las noches tienen sentido, hoy las heridas se suturan, hoy los fracasos son aciertos, los errores son lecciones y la fábula del hilo rojo esté presente en mi vida, no lo sé, o que pollas sí lo sé, pero no te lo diré! Jajajajaja

¿Queréis saber que me pasa? Que cuándo estás en uno de esos días que no quieres salir de la cama, que seguirías días y días, que ni la bebida ni las promesas te sacarían de ella, a mí me salen estas cosas.

Me voy a correr, que tras unas líneas, todo funciona mejor por aquí dentro.

Alejandro Rivas Gutiérrez


sábado, 3 de septiembre de 2016

breaks

Tengo demasiado odio para poder escribir sobre algo bonito, me tiene un poco quemado esta sociedad, ya no sé muy bien qué hago quejándome ni para que lo comparto, imagino que quise hablar de amor y se me atragantaron las palabras bonitas al segundo párrafo.

¿Dije imagino? No, estaba escribiendo sobre las personas bonitas que me he cruzado en este último año, personas que me han ayudado a crecer, que me hicieron sonreír, que me hicieron la vida más fácil, y hoy tengo más ganas de quejarme de esta sociedad inamovible…

En fin, da todo un poco de asco, tengo un poco de mal rollo acumulado que por más que ría, bese, acaricie o abrace no consigo que se escape. No se va con canciones, no se va con vacaciones, no se va sobre las olas ni con el viento en la cara a 200 kms por hora.

Sigamos explorando el mundo, sigamos viviendo, sigamos riéndonos, sigamos haciendo el mundo un poco mejor, a mí ya me cansa fingir y como nunca fuí de fingir no sé como hacerlo para poder sonreír a quién quisiera que las cosas le fueran verdaderamente mal…

Hoy lo pienso, siempre habrá a alguien que le deseemos mal, pero en el fondo con que encuentre que está podrido por dentro me basta, que cambie o llore.


Alejandro Rivas Gutiérrez, a las tres de la mañana de un 4 de septiembre