martes, 28 de mayo de 2013

Cabos sueltos

Todos tenemos momentos  en los que no queremos pensar, en los que queremos dejar de pensar toda esa vorágine de imágenes que no te hacen más que hundirte un poco más en tu propia mierda.

Sí, hoy es uno de esos días. Mi imaginación te cambia de cama. En mi imaginación me veo solo con el consuelo de una página en blanco. En mi mente te has ido, mi lugar ha sido ocupado  y mis noches están vacías…

Mi sitio lo he perdido y las sombras de mi habitación me parecen un cómodo lugar para enjugarme mis sentimientos siempre reprimidos.


Y da igual cuánto te piense, da igual cuantas veces encienda la pantalla del móvil por si no me enteré que me necesitabas, la realidad es que no me necesitas y que me estoy aferrando un cabo que hace tiempo se ha soltado.

¿Lo peor de todo? Que todo esto posiblemente no signifique nada, que las llamadas que no hiciste hoy, son producto de cualquier azarosa situación que poco o nada se parece a la realidad que imagino.

Sigo rechazando esa extraña sensación, una indigestión llamada celos.


Mañana me levantaré y esta noche te volveré a soñar. ¿estarás en mi cama para tener un buenos días?

Alejandro Rivas Gutierrez