Todos tenemos momentos
en los que no queremos pensar, en los que queremos dejar de pensar toda
esa vorágine de imágenes que no te hacen más que hundirte un poco más en tu
propia mierda.
Sí, hoy es uno de esos días. Mi imaginación te cambia de
cama. En mi imaginación me veo solo con el consuelo de una página en blanco. En
mi mente te has ido, mi lugar ha sido ocupado
y mis noches están vacías…
Mi sitio lo he perdido y las sombras de mi habitación me
parecen un cómodo lugar para enjugarme mis sentimientos siempre reprimidos.
Y da igual cuánto te piense, da igual cuantas veces encienda
la pantalla del móvil por si no me enteré que me necesitabas, la realidad es
que no me necesitas y que me estoy aferrando un cabo que hace tiempo se ha
soltado.
¿Lo peor de todo? Que todo esto posiblemente no signifique
nada, que las llamadas que no hiciste hoy, son producto de cualquier azarosa
situación que poco o nada se parece a la realidad que imagino.
Sigo rechazando esa extraña sensación, una indigestión
llamada celos.
Mañana me levantaré y esta noche te volveré a soñar.
¿estarás en mi cama para tener un buenos días?
Alejandro Rivas Gutierrez
Alejandro Rivas Gutierrez