Es posible que estemos en lugares diferentes estando unos
tan cerca de otros y hoy es un día en los que me siento a kilómetros de todo el
mundo, dónde no hay una misma luz que me guie, ni fuerza que me aúpe.
Mis piernas son las mismas, mis brazos apenas han cambiado
de ayer a hoy, y el pelo puede que cada vez menos, sea posiblemente el mismo,
pero los motivos que te dan fuerza no siempre valen para levantarte, no porque
el golpe haya sido fuerte, sino que posiblemente no te parezcan hoy ni
adecuados, no piensas en la vida, no piensas en dormir, ni en que pase el
tiempo, las luces son todas del mismo gris.
Con el gris en mi ojos y la palidez de mi cuerpo parezco más
cuerpo que ánima, o un alma perdida, no hay brillo salvo el de la melancolía,
salvo el que se escapó tras un humo que por no estar presurizado se fue
Y aun conteniendo la respiración para no quejarte todo ha
cambiado, un Julio muy puto, un Agosto que se presenta agotador… Este puto
calor me está fundiendo.
Y aunque ya no me valen mis propias escusas tengo que seguir
adelante, aunque sea con los ojos grises, aunque sea con ojeras que te hacen la
zancadilla, aunque sea sin ganas, hay que seguir, hay que levantarse, hay que
encender la luz, y si los motivos no son válidos, simplemente cambiarlos.
¿O sólo tendré que cambiar las gafas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario